ebook ∣ Cómo promover la función afectiva de la comunicación ·
Este libro dirigido a educadores: padres de familia y docentes, trata de una cuestión concreta que se manifiesta en el desconocimiento de las condiciones esenciales para que se dé la función afectiva de la comunicación. Según lo investigado tanto con familias como en instituciones educativas, la mayor dificultad en las relaciones se da en el ámbito de la comunicación. Por lo anterior, es imprescindible reconocer lo que confirman varios autores en cuanto a esta temática, para lograr cambios significativos en la comunicación de la familia y docente-estudiante que contribuya a desarrollar esta función, necesaria para la estructuración de la personalidad. Se considera ineludible profundizar sobre la función afectiva de la comunicación, ya que constituye un aporte práctico en relación con la concientización y reflexión de la praxis formativa de la persona.
De tal manera, se especifican los elementos necesarios para el desarrollo de esta. Como es relevante la búsqueda de soluciones dirigidas a tal fin, los planteamientos que aquí se dan son una propuesta viable, lo que se demuestra a través de los resultados obtenidos en su aplicación tanto en familias como en instituciones escolares. Si bien, el avance de la tecnología es inminente, ahora más que nunca nos vemos en la necesidad imperiosa de abordar prácticas humanizantes, lo cual supone aprender nuevas formas de comunicación. Es así como la comunicación afectiva, término utilizado para indicar la importancia del mensaje afectivo que debe expresarse entre padres-hijo, docente-estudiante, juega un papel relevante para el pleno desarrollo de la persona, porque estimula la expresión auténtica y franca de ambas partes, permitiéndoles aprender mejor y desarrollarse en todos los aspectos.
En la mayoría de los casos, tanto los padres como los docentes se han limitado a la mera información. Hay muy poco espacio para la comunicación cálida de afecto, aceptación y diálogo que permite la seguridad emocional, necesaria para el logro de la estructuración de la persona capaz y competente que exige el tercer milenio. Por tanto, se posibilita fundamentar la comunicación afectiva y reconocer los elementos esenciales para que se manifieste este tipo de comunicación, mediante un análisis de la temática en las diversas circunstancias que se expresan en la vida cotidiana.